Aaron, de tres años, padece una enfermedad que le provoca paros cardíacos, por lo que su madre, Jolaine Clark, ha aprendido a utilizar el desfibrilador portátil del que no puede separarse.
El niño sufre una cardiopatía que le lleva al borde la muerte unas cinco veces al año y su madre ha tenido que aprender a resucitarlo.
Aaron sufre el ‘Síndrome de la Muerte Súbita’ que le provoca paros cardíacos inesperados. La primera vez que le ocurrió fue hace poco más de un año, mientras veía televisión. Desde entonces ha tenido cinco paros, tres de ellos en los últimos tres meses.
A pesar de su enfermedad, Jolaine se aferra a que su pequeño lleve una vida como los demás.
“No es más que un niño normal de tres años de edad. Los médicos dicen que se supone que no debe correr, pero no puedo detenerlo. Él siempre está corriendo por la casa y montado en su bicicleta”, explica la madre de Aaron.
En un hospital de la ciudad de Glasgow, Escocia, han enseñado a toda la familia de Aaron a utilizar el aparato que genera “electroshocks”, además de implantarle al pequeño un dispositivo que detecta el momento en que el corazón del niño comienza a fallar.
Se espera que a finales de este año, los médicos puedan adaptarle un pequeño desfibrilador en el cuerpo que se activará automáticamente si su corazón comienza a fallar de nuevo.
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