domingo, 22 de julio de 2012

La chillería Facebookiana


En estos tiempos del internet, Facebook es la nueva estaca donde amarran los cuernos.

Facebook es el único lugar donde comprarse un televisor es celebrado como “el comienzo de una nueva etapa”. También es el nuevo sitio para la chillería y lujuria cibernética. En estos tiempos del internet, esta página es la nueva estaca donde amarran los cuernos, dejando atrás los chats donde uno solamente conversaba con alguna “GatitaSex69″; y si la cosa se iba a otro nivel, te enviaba una foto borrosa que uno printeaba y mostraba orgulloso a los compañeros del trabajo.
Ahora con Facebook en nuestras vidas, buscar una amante es sumamente fácil. Sólamente vas “gardiando” a la víctima varios días dándole “like” a cuanta tontería ponga en un status, le alimentas el ego cuando suba una foto, y luego la llevas a un rincón más íntimo donde puedes desnudarte y charlar sólo con las medias puestas: el inbox. Aquí es que la cosa se pone buena. Entonces está uno flirteando con la dama, mientras con el rabo del ojo estás velando que tu esposa o novia no se dé cuenta. Tu pareja toma su laptop, y uno culeco porque está entretenida…en el preludio de la infidelidad cibernética también. Ellas, adiestradas por serpientes parlanchinas, son más osadas y pueden tener toda una conversación sexual mientras siembran matas y atienden la granja en Farmville.
Las mujeres tienen la ventaja en oportunidades porque, usted amiguito que me lee, no deja la maldita mala costumbre de “echar maíz” de todas las formas posibles. La mujer promedio tiene al día unos 17 inboxs de hombres diciéndole embustes para dormirle el oído, mientras que el varón tiene solamente un mensaje privado, y es de un pana para enviarle fotos de la chica a la que piensa mandarle un inbox.
Y ahí estamos nosotros los hombres, cual bambalanes embelesados mirando fotos editadas hasta más no poder. Claro, porque aún no crees que la chica a la que normalmente no te atreverías a decirle ni “buenos días” en la calle, la tienes ahí en una foto en bikini y a ley de na’ de aceptar tu invitación a janguear en unos de esos pubs a los que dejaste ir hace 10 años, antes de tener al primero de tres hijos. Las mujeres no se quedan atrás. Ese search femenino ha acariciado los nombres de todos sus antiguos novios, y no importa que la foto de profile de su primer amor muestre claramente que pesa ahora unas 100 libras adicionales, carga los cachetes en carretilla y tiene toda una tribu india por familia, ella siempre lo verá como el Servando y Florentino que era cuando estaban juntos. Usualmente ese add friend va acompañado de “que bueno encontrarte”, y acto seguido el caballero llamando al cuartel para volver a ponerle una orden de protección.
La realidad es que Facebook vino a afectar relaciones. Fuera del internet, las mujeres siempre tendrán muchos pretendientes -del cual el 98% son tipos porquería- pero no todos los hombres se atreven a ir directamente donde ellas, y menos si saben que tienen pareja, por ese pequeño miedo a que el marido te dispare en la piernas. Con esta red social, esos temores fueron vencidos. Un día te armas de valor, vas decidido a conquistar el “object of your affection cibernético”, y si la pareja se entera, le das unfriend o cierras la cuenta como un histérico, que equivale a mudarte a un campo inhóspito de Cayey donde nunca podrán encontrarte.
Parece que las chicas sienten cierta fascinación si el caballero es casado. Olvídate si tiene novia, les atraen casados; de esos que tienen el anillo marcado por el sol y suben fotos con el bebé vomitándoles el hombro. Uno puede poner que está SINGLE varias veces al día, y estás perdiendo el tiempo. Los coqueteos de las chicas son más creativos porque todas arrancan con “yo nunca he hecho esto” o “yo sé que tú y yo no nos conocemos”, dejando claro que la originalidad y la mentira no conocen límites. Luego van a sus status a decirle al mundo lo felices que son con sus “espositos” para darle por el casco a alguno de sus enemigos imaginarios. Chicas, la felicidad no se esfuerza en demostrarse, eso simplemente fluye y los demás se dan cuenta si es genuina. ¿Por qué lo siguen intentando tanto?
La gente puede decir que lo hacen por aventura o pueden culpar a su pareja de “que no las atienden”, y por eso se ven obligados a estar en ese jueguito. La realidad es que la gente tiene que aceptar sus acciones, y eso incluye admitir que uno metió las patas y que estar “busconeando” por internet es tremenda puercá. Esa excusa de que “sólo fueron par de mensajes” se las cree únicamente la persona que las dice. Es obvio que todo se vea bonito, porque en la chillería la gente sólo cuenta lo que les conviene. Quizás los chichos y mocos mañaneros de tu pareja te tienen hastiado o amargada, pero vete enterando que si estableces una relación con esa “persona perfecta” va a ocurrir lo mismo. El problema no es tu pareja, el problema eres tú.
Muestren su orgullo por sus novias, saquen de sus “friends” a las gamberras y modelos “wanna be”, dejen de comportarse como si tuvieran 14 años y tienen las hormonas fuera de control. El tiempo que tengan libre, saquen a sus parejas a pasear o a hacer otra cosa que no sea estar sobando con el click del mouse la foto de alguien más. Al final del día, tienes que apagar la computadora, y la patita que te están echando y quien te cuida, no es precisamente el “mujerón que nunca menstrua” que está quien sabe donde. Las personas pueden jugar con fuego si quieren, ¿ pero realmente vale la pena perder a alguien por un crush que seguramente existe sólo en tu mente?
A mis amigos buscones de chicas con relaciones, y conocidos comos “Los Lloraaquí”, respeten y eviten esos pokes lascivos. Afuera hay muchísimas mujeres solteras y jamonas. Sólo tienen que intentarlo, aunque en la osadía de inicar una conversación se te olviden las palabras correctas, te suden las manos, y luzcas como un morón. Al menos es mejor que te quieran por quien realmente eres y no por la idea inflada y superficial que tienen de ti.
Los que tienen pareja siempre pueden tomarse el riesgo y sacar el Braulio Castillo a pasear. Después cuando los manguen no los quiero ver llorando y haciendo papelones en su muro porque van borra’os, no sin antes darle un like a su status depresivo, decirle “te lo dije” e irme a celebrar con mi nuevo televisor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario